Tiene como prioridad cumplir a los alumnos a su cargo

Créditos: www.lacronica.com 13 mayo 2010

Por Magdalena López mmlopez@lacronica.com

 


Como un ejemplo para las nuevas generaciones es el maestro rural Juan Ramón Pérez Madrigal, ya que a lo largo de 30 años ha trabajado de “Sol a Sol” sin faltar, porque para él su profesión es una de las prioridades en la vida.


“Yo fui de los primeros maestros rurales y hasta la fecha he trabajado, bueno a mi me gusta mi carrera y mi trabajo, yo sí tengo familia que esté enferma, que esté internada, yo me vengo a trabajar y luego ya le estoy hablando por teléfono, pero no me gusta faltar”, expresó Pérez Madrigal.


Incluso ni con el terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter se dio permiso de faltar, pese a que su casa, ubicada en el ejido Oaxaca, resultó severamente dañada e inundada por el sismo.


“A qué me quedaba, mejor me venía a trabajar”, dijo Pérez Madrigal, quien durante una semana estuvo viviendo sin energía eléctrica y aún sigue sin agua potable, porque uno de los canales cercanos a su domicilio se dañó.


Sentado en la dirección de la escuela Primaria Jaime Torres Bodet, aceptó que se siente mal y a disgusto con los niños cuando se ve en la necesidad de faltar, porque sabe que ellos van aprendiendo en base a la constancia del maestro.


Mencionó que si el profesor empieza a faltar por este u otro problema el niño es el que paga las consecuencias, porque es necesario ser constantes para que se formen bien en sus estudios.


El maestro de sexto grado de primaria consideró que no es la falta de vocación la que ha contribuido para que no se tengan buenos resultados educativos sino que cada sexenio cambia el programa de estudios.