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La sección 37

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SINDICALISMO PARTE III

(Consulta la parte I y II aquí)

Profr. Manuel Ruelas Jiménez

Ex-secretario General de la Sección 37 del SNTE 1974-1977

Colaborador de Portal 37

  

Siendo el sindicalismo una comunidad solidaria para la defensa de los derechos gremiales y la conquista de prestaciones y beneficios; deben ser cuidadosa y escrupulosamente atendidos en sus responsabilidades para comprometer una respuesta de confianza y laboriosidad por parte de los agremiados, y con ello, fortalecer la unión y vigor sindical como un antídoto contra el desinterés patronal.

            Dado que ignorar las demandas y requerimientos del trabajador presupone la falta de identificación con la filosofía y misión de la empresa que a su vez provoca no solo la falta de cuidado y atención en su desempeño, sino el abandono de su responsabilidad, lo que anula la calidad laboral.

            Resulta imprescindible la toma de conciencia social y sindical como la plataforma de acción de la razón existencial, porque en ese sentido de motivo de existencia les ofrece pertinencia a las actividades que realizamos, y permite reconocer la ubicación social para desarrollar funciones, reclamos y lucha que hagan posible obtener nuevos frutos, preservando los ya conquistados porque contamos con un soporte vigoroso que es el aval social que se manifiesta en el aprecio y valoración por el quehacer realizado; pero sobre todo es importante focalizar la suma de coincidencias con la sociedad que deben ser un factor de influencia y de beneficio hacia la misma, independientemente de constituirse un elemento indispensable que permita lograr la cohesión sindical, porque en todo conglomerado, la unión es la fuerza y una estructura sólida, resiste cualquier embate.

            Para que esta solidez se constituya en algo indestructible deber ser cimentada en una actitud y conducta valoral a toda prueba, lo que conlleva a algo irrebatible en cualquier posición asumida y en cualquier reclamo que se demande sin importar su dimensión.

            Por este motivo, el dirigente debe ser no solo el más preparado, sino el más comprometido en la defensa de sus compañeros, con una solvencia, toda prueba para que la vulnerabilidad no los sitúe en posición de entreguismo por el ocultamiento de sus debilidades, o el abanderamiento de sus ambiciones, que al final se convierten en ¨bumerang¨ que a retornarse en su contra lo único que hace es guillotinar a quien lo lanzo, porque ya en ese instante fue coparticipe de la corrupción.

Profr. Manuel Ruelas Jiménez

Marzo de 2010